Extremoduro El día de la bestia

Abre la puerta que soy el diablo que vengo con perras;
abre chiquilla, las piernas que vengo a clavarte semillas.
Como cada día en el infierno me aburría me fui de bar en bar;
vi a la virgen María, cansada de ser virgen, metida en un portal.

Si llega la policía no es pecado, vida mía, ponerse a disparar,
guardé la artillería, es que me estoy haciendo viejo y ya empiezo a razonar.

¡Como me vuelvas a tocar!
¡Alégrame el día, voy a merendar!
¡Como me vuelvas a decir!
¡que me quieres, claro, y yo también a ti!

El patio de mi casa es particular
cuando llueve se moja, como los demás.
el patio de mi casa está lleno de tíos,
unos son malincuentes y otros asesinos.
¡Ey, colega, ¿Hacemos una banda?
- ¿pa qué? - ¿pa qué va a ser?
pa hacer una matanza
quiero ser carnicero con nuestros carceleros.

Ya llega el olor, meto la cabeza
y ya no hay más que hablar.
Ya llega el olor, meto la cabeza
y ya no hay más que hablar.

Me gustaría sonreír
pero no tengo tantas drogas hoy aquí.
Si me quieres arrodillar,
córtame las piernas y aún podré volar.

¡Ey tío que me tienes harto!
¡Que yo me como a dios por una pata!
¡Que tú no sabes con quién te juegas los cuartos!
¡Conmigo y tranquilo!
soy un hombre bueno en todos los sentidos.

Pero es que como cada día en el infierno me aburría me vine a malear;
vi a la virgen María, cansada de ser virgen, metiendo en un portal.
Si llega la policía no es pecado, vida mía, ponerse a disparar,
saqué la artillería y me falló la puntería y le metí al dueño del bar.

¡Como me vuelvas a tocar!
¡Alégrame el día, voy a merendar!
¡Como me vuelvas a decir!
¡que me quieres, claro, y yo también a ti!

El patio de mi casa es particular
cuando llueve se moja, como los demás.
el patio de mi casa está lleno de tíos,
unos son malincuentes y otros asesinos.
¡Ey, colega, ¿Hacemos una banda?
- ¿pa qué? - ¿pa qué va a ser?
pa hacer una matanza
quiero ser carnicero con nuestros carceleros.

Ya llega el olor, meto la cabeza
y ya no hay más que hablar.
Ya llega el olor, meto la cabeza
y ya no hay más que hablar.

Desde los cuatro puntos cardinales
me llegan todos los vientos
no sé que me pasa
que tengo todos los aires metidos en el cuerpo.