Silvio Rodríguez El Mayor

El hombre se hizo siempre
de todo material:
de villas señoriales
o barrio marginal.
Toda época fue pieza
de un rompecabezas
para subir la cuesta
del gran reino animal,
con una mano negra
y otra blanca mortal.

Mortales ingredientes
armaron al Mayor:
luz de terratenientes
y de Revolución,
destreza de la esgrima,
sucesos como un preso,
Amalia abandonada por la bala,
la vergüenza, el amor;
o un fusilamiento,
un viejo cuento,
modelaron su adiós.

Va cabalgando
El Mayor con su herida,
y mientras más mortal el tajo, es más de vida.
Va cabalgando
sobre una palma escrita,
y a la distancia de cien años, resucita.

Trota sobre la espuma,
seguido por un mar
de negros en machete
y sin encadenar.
Ordena a su corneta
el toque de a degüello,
y a un siglo de distancia
entona nuestra canción
y con recia garganta canta, espanta lejos la maldición.

Va cabalgando
El Mayor con su herida,
y mientras más mortal el tajo, es más de vida.
Va cabalgando
sobre una palma escrita,
y a la distancia de cien años resucita.