Diego Torres Penélope

Pen�lope,
con su bolso de piel marr�n
y sus zapatos de tac�n,
y su vestido de domingo.

Pen�lope,
se sienta en un banco del and�n
y espera que llegue el primer tren
meneando el abanico.

Dicen en el pueblo que al caminante par�
su reloj una tarde de primavera.

Adi�s, amor m�o, no me llores, volver�
antes que de los sauces caigan las hojas...

Piensa en m�, volver� por ti...
Pobre infeliz,
se par� su reloj infantil
una tarde plomiza de abril,
cuando se fue su amante.

Se marchit�
en su huerto hasta la �ltima flor,
no hay ni un sauce en la calle mayor
para Pen�lope.

Pen�lope,
tristeza a fuerza de esperar,
tus ojos parecen brillar
si un tren silba a lo lejos.

Pen�lope,
uno tras otro los ve pasar,
mira sus caras, les oye hablar,
para ella son mu�ecos.

Dicen en el pueblo que al caminante volvi�,
la encontr� en su banco de pino verde.
La llam�: "Pen�lope, mi amante fiel, mi paz,
deja ya de tejer sue�os en tu mente...
M�rame, soy tu amor, regres�..."

Le sonri�
con los ojos llenitos de ayer,
no era as� su cara ni su piel:
"T� no eres quien yo espero..."

Y se qued�
con su bolso de piel marr�n
y sus zapatitos de tac�n
sentada en la estaci�n.

Sentada en la estaci�n.